Lejos quedan ya mis años de adolescente, no tan lejano en el tiempo (que tambien), como en los modos, formas y costumbres actuales. Mucho más cercanas me resultan las adolescencias de mis dos hijos mayores, y por supuesto la de la pequeña, que con sus casi 16 años está en plena ebullición.
A rasgos generales -explica la doctora- el cerebro adolescente está en ese momento muy sensible a la recompensa o respuesta inmediata en sus actos, a la influencia de sus iguales -otros adolescentes- a la baja autoestima y a la ansiedad .
El cerebro de un adolescente sufre un proceso de aceleración y maduración de funciones que en la infancia no existian, y se producen cambios en ciertas zonas del cerebro.
Por una parte aumenta su volumen la materia blanca que recubre las conexiones cerebrales, así las señales eléctricas viajan más rápidamente, en consecuencia: más sensibilidad para lo emocional y lo racional.
Por otra parte, la materia gris del cerebro culmina el proceso de maduración del cortex, que es la zona que refrena y controla los impulsos que filtran y moderan las emociones, que calibra las consecuencias a largo plazo y planifica. Esta es la clave de las características típicas de la adolescencia.
* Incapacidad para planificar y medir las consecuencias de los propios actos a largo plazo
* Total preponderancia de las emociones, y de los vínculos con su grupo de iguales.
O sea... que mientras la parte del cerebro que contiene la materia blanca está hiperexcitada, la material gris todavia no controla ni modera , entre otras cosas, la emotividad.
Cuando le decimos a nuestro hijo adolescente "cuidado con lo que haces, porque pasará esto...y luego esto, y lo otro..." tú como padre o madre lo ves claro, pero ¡él no puede verlo!!. No puede sopesar las consecuencias de sus actos a largo plazo, ni piensa en eso.
Otras características típicas y normales del cerebro adolescente es la suprema importancia de su grupo de amigos. No es que el adolescente sea rebelde con los padres: es que su bioquímica pide individuación, independencia, y por eso sus iguales -amigos- son tan, tan importantes! El adolescente necesita "apartar" o "apartarse" de sus padres... para aprender a ser él mismo.
A menudo hacen "tonterias", porque sólo es capaz de manejar a corto plazo, para ver respuestas inmediatas.
Sin la insensatez de la adolescencia -opina la Dra. Dumontheil- quizá nos hubiesemos extinguido como especie. Esa insensatez llevó al adolescente primitivo a cazar, a guerrear, a buscar pareja... y llegar hasta hoy.
Y los sufridos padres de adolescentes nos preguntamos ¿hasta cuanto dura la adolescencia?? pues científicamente la maduración de la materia blanca culmina sobre los 18 años, y la de la materia gris sobre los 25.
Una característica del adolescente es su reticencia a dormirse, y luego a levantarse; eso tambien es científicamente explicable. Su cerebro lleva un retraso a la hora de adormecerse, le cuesta desconectar de la actividad, se duerme más tarde, pero como tiene que madrugar duerme menos horas ... se acumula cansancio. Y que pasa? que llega el fín de semana y su cuerpo necesita resarcirse. Consecuencia: se convierten en marmotas.
Hay que explicar al adolescente que su cerebro es sumamente flexible ¡capaz de aprenderlo todo! Es como una gran esponja que puede absorberlo todo. Hay que desterrar lo de "no sirvo para esto... no seré capaz..."Hay que inculcarles autoestima a tope... y ganas... pueden ser capaces de aprender casi todo, con las lógicas variaciones individuales claro! Su cerebro está siempre sintonizándose con su entorno, y en su entorno ahora que predomina? que encontramos? pantallitas varias , o sea... consolas ... ordenadores... móviles...
Está demostrado que los videojuegos mejoran su inteligencia espacial y los reflejos; las redes sociales les hacen interactuar con sus iguales -otros adolescentes- y eso -controlado- es bueno. Pero todo dentro de un lógico límite en el tiempo y medida, dejando espacio para otras actividades. Y esto no lo digo yo, sino la citada doctora especialista en estudiar los cerebros adolescentes.
Es típico de la adolescencia, la indolencia, la informalidad, la inconstancia, la mala educación porque sí, la groseria, ... pero tambien son sociables, sensibles a extremos indecibles, emotivos, sexuales, estimulados y estimulantes... son la VIDA en estado efervescente y el FUTURO.
En la adolescencia se construye la personalidad. Está abierto a todo, a lo bueno y a lo malo. He aquí nuestra gran responsabilidad.
El adolescente tiene SU destino en las manos, y tiene que saberlo!! Démoles confianza, que se quieran y se acepten a sí mismos. Ayudemosles a saber lo que quieren... y a conseguirlo. No a ponerselo en bandeja... pero sí enseñarles a luchar por ello. Podemos intentar conseguir su amistad, pero somo "sus padres", y sus amigos son ... sus amigos, tan importantes y decisivos en sus jóvenes vidas como nosotros mismos.
Dificil tarea la nuestra.
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