sábado, 29 de octubre de 2011

Sra. DUQUESA - Sra. DÌEZ

Dijo que lo hacía, que se casaba, se enfrentó al mundo, empezando por su familia, nada ni nadie la ha detenido, y se ha casado, lo ha conseguido. Y yo me alegro y la felicito por ello.
Siempre me ha caido bien esta mujer. Me gusta porque siempre ha hecho lo que le ha dado la real gana, siempre dentro del rígido "corsé" que representa su titulo. Viste como quiere, con esos aires hippys que la caracterizan a pesar de sus años, va donde quiere y con quien quiere, y si se tercia se planta un minúsculo bikini aunque las tetas le lleguen a la cintura y se va a la playa tan feliz. Ole ella!!  Hay algo más bonito que tener esa libertad física y mental?  Y que no pasa nada!!  Eso es algo que hay que ganarse a pulso. Y desde luego, ella, la Sra. Duquesa lo ha hecho.

Tiene 85 años y su marido sólo 60. Y qué?
Que no son una pareja al uso?  Y qué?
Ella dos veces viuda y él soltero.  Y qué?
Ella Duquesa y Grande de España, él funcionario.  Y qué?

Al principio todo el mundo se escandalizó. Donde va esa mujer a esas edades? Que buscará ese hombre?
De todo se ha oido sobre los dos.  Su inmensa fortuna no le ha ayudado mucho en su empeño, pero la Duquesa es una mujer acostumbrada a conseguir todo lo que quiere. Es tenaz, decidida, tozuda, sabe siempre lo que quiere y como conseguirlo, y además  es tremendamente inteligente.
Huérfana de madre desde muy pequeña, y sin hermanos, se educó en colegios e internados alejándola de cualquier atisbo de calor familiar.  Formó su propia familia con sus 6 hijos. Despues de enviudar, y ya con los hijos creciditos buscó amor y compañía en su segundo marido.
En 2001 volvió a quedarse sola. Pienso yo que muy sola, a pesar de poseer tantas casas, palacios y mansiones, a pesar de 6 hijos, que se casan, se descasan, y viven su vida - como es lógico- aparte de su madre.  Muy sola a pesar de su inmensa fortuna, de sus muchos sirvientes y de sus buenos amigos, que tambien los tiene.
Esta mujer que con 85 años tiene tantas ganas de vivir que se le salen por los poros.
Esa señora, feliz hoy como una adolescente, bailando descalza a la salida de la Iglesia, donde le ha dado el "si", el tercero de su vida, al hombre que ella ha elegido para vivir sus últimos años, los que le queden, que ojalá sean muchos, para vivirlos tal como ella es, a su aire, haciendo lo que le venga en gana, como siempre, pero en compañía.
Su vestido, precioso según mi opinión, muy adecuado y pensado para ella. No se ha disfrazado de novia, se ha vestido de novia.

Mucho les ha costado a sus queridos hijos acceder a esta boda. Y mamá Duquesa ha tenido que pasar por taquilla, dándoles a sus niños lo suyo, no sea que el nuevo marido de mamá dilapidara su incontable herencia. Ahora todos con el bolsillo bien lleno, y sus fortunas aseguradas, han dado el visto bueno a mamá para que intente ser feliz los años que le queden, con quien ella quiera. Porque el último tramo del camino en buena compañía es mucho más agradable. No se puede condenar a nadie por muy rico y noble que sea a vivir en soledad.

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