Pero vamos a razonarlo un poco. Según palabras textuales de uno de los autores del estudio (Dariush Mozaffarian), Los almidones y los carbohidratos refinados tienen efectos similares a los azúcares en el organismo. Son absorbidos rápidamente, provocan picos de glucosa e insulina en la sangre y no inducen las señales de saciedad de manera tan eficaz como otros alimentos. Por todo ello, incitan a comer más en la siguiente comida.
La principal recomendación de los investigadores es mejorar la calidad de los carbohidratos de la dieta. No se trata de evitar los carbohidratos, que deben aportar el 55% de la energía de la dieta. Pero sí de incrementar el consumo de cereales integrales y moderar el consumo de azúcares, almidones (abundantes en patatas) y cereales refinados (como los del pan blanco, arroz no integral o cereales de desayuno bajos en fibra).
Al estudiar de qué depende que una persona engorde más o menos con los años, los investigadores han identificado tanto factores que favorecen el aumento de peso como factores que lo previenen. Lo que más lo favorece es el consumo asíduo de patatas fritas, que comportan un aumento medio de peso de 400 grs. anuales. Combinadas con un consumo asiduo de carnes procesadas y bebidas azucaradas -(viva la hamburguesería!!- el aumento de peso se eleva a 600 grs. anuales.
Esto no significa que una ración ocasional de patatas fritas, o un menú con carnes rojas o refrescos haga engordar. Las patatas hervidas, al horno o en puré tienen una influencia mucho menor.
En cambio lo que más ayuda a mantener una estabilidad en el peso o a bajarlo, es el ejercicio físico, siempre que sea habitual y no sólo esporádico. Hay otros hábitos que tambien ayudan son moderar el "aparcamiento" delante de la tele, y dormir un mínimo de 6 horas diarias.
El aplasturramiento delante de la tele te dá ganas de comer (será por el aburrimiento), aunque no se tenga hambre, y casi siempre picoteando "porquerias".
Algo curioso es lo que pasa cuando se duerme poco (Oh my God,esa soy yo), se alteran las hormonas que regulan el apetito, como la Leptina y la Grelina (vendrá de gremlin?), lo que propicia una mayor sensación de hambre, y la preferencia por los alimentos densos en calorias y ricos en carbohidratos refinados.
Según el nuevo estudio de Harvard, las personas que duermen menos de seis horas diarias ganan un 31% más de peso al año de media que las personas que duermen entre seis y ocho horas.
En cuanto a los alimentos que ayudan a mantener la linea, destacan los cereales integrales, las frutas y hortalizas, y sobre todo el yogur. La investigación muestra cómo al aumentar el consumo de yogur, en lugar de hacer ganar peso, ayuda a perderlo.
La relación entre yogur y peso estable se observa tanto en hombres como en mujeres y por igual en los tres estudios de salud pública analizados. "Los mecanismos por los que esto ocurre no están claros". dicen los investigadores, pero hay pruebas que sugieren que cambios en las bacterias del colon podrían influir.
En lugar de fijarse en las calorias que se consumen, se recomienda fijarse en el tipo de alimentos que predominan en la dieta, procurando consumir productos ricos en fibra y poco procesados. Se recomienda asimismo moderar el consumo de bebidas azucaradas, dulces y cereales refinados. Y no abusar de las patatas fritas, si se quiere moderar el aumento de peso.
En fín, todo esto está muy bien, pero a los que nos sobra "algún que otro kilito".., es un poco desesperante. Habrá que replantearse los hábitos, dejar de comprar refrescos y ponerse las pilas con una dieta sana.
Y si te agobias demasiado con el tema y las calorias, te das un buen homenaje en el "Burguer King" celebrando lo que sea, o simplemente "porque yo lo valgo"... y mañana será otro día.... el próximo lunes empezaremos la dieta....
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