Curiosa y extraña la historia de este chico, de cuya biografía muy poco se sabe. Se cree nació en Barcelona allá por el 1877. Se sabe que trabajaba en los almacenes "El Siglo", cuando en 1899 se produjo un gran incendio que arrasó estos almacenes, muriendo Francesc a la edad de 22 años.
A partir de ese momento se fué creando una "leyenda-realidad (?)" que ahora, 112 años despues sigue viva y vigente.
Fué enterrado en el barcelones cementerio de Poble Nou, y desde el pimer momento se convirtió en lugar de peregrinaje , veneración y culto a ese muchacho al que por aclamación popular han convertido en santo.
"El Santet del Poblenou" como se le conoce, por su origen humilde y su corta vida sin grandes cosas, hace que popularmente sea muy querido.
Dentro del cristal se depositan cientos y cientos de papelitos con peticiones de favores, como si de un buzón se tratara, tapando la lápida, y que periodicamente hay que vaciar.
Una pequeña foto en la lápida pone cara a este personaje, casi un niño, de mirada cándida y límpia y rostro aniñado que impresiona al verle, despues de más de cien años despues de su muerte, sigue siendo recordado y venerado.
Cuentan que originalmene se le enterró en lugar poco accesible, y en 1908 debió ser trasladado donde está ahora, debido a la ya muy creciente afluencia de visitas a su tumba.
Cuentan que en vida curaba enfermos, y que si te miraba a los ojos, era capaz de decirte la fecha de tu muerte... uuuffff..........
Cuentan que su lápida negra presenta una gran grieta de costado a costado, justo en su mitad.
Cuentan que una vez, hace muchos años, la cambiaron porque ya presentaba esta grieta, y al colocar la nueva lápida (la actual) una vez colocada volvio a rajarse exactamente igual ... y delante de los operarios y del público asistente.
Cuentan ...que si miras fijamente dentro de la grieta, se ve una luz ... Dicen ... que la luz del más allá ...
Cuentan que no defrauda a nadie que le solicite un favor.
Una historia y un personaje sin duda atractivo e interesante para la escritora Care Santos, que en su novela "Habitaciones cerradas" le incorpora como personaje real interpretándose a sí mismo.
Sus incondicionales, que se cuentan por miles, reclaman que la Iglesia Católica que ahora calla y consiente, tome cartas en el tema y se pronuncie.
Mientras tanto "El Santet del Poble Nou" sigue siendo querido y venerado en el Cementerio del Est de Barcelona.